Carlos Solórzano in memoriam

Nuestra Facultad y muy especialmente el Colegio de Literatura Dramática y Teatro, han sentido la pérdida del profesor emérito Dr. Carlos Solórzano Fernández, querido y respetado maestro e impulsor del teatro en México. Agradecemos el emotivo texto que nos ha enviado Oscar Armando García, profesor de dicho colegio y amigo entrañable del Dr. Solórzano.-

 

Carlos Solórzano in memoriam

(1919-2011)

Óscar Armando García

Se me ha encomendado la emotiva y difícil tarea de hacer una semblanza de nuestro querido doctor Carlos Solórzano en este día de tristeza para nuestro Colegio; recupero un segmento de memoria para poder tener una dimensión lo más completa posible de nuestro maestro emérito.

Permítanme, entonces, comenzar por mis propias vivencias. En 1978, el doctor Solórzano era el profesor de Teatro Mexicano y Teatro Iberoamericano. La selección de obras que apuntaba en el pizarrón se antojaba atractiva y novedosa, después de algunos recorridos por el teatro universal en otros cursos. Cada sesión era, a la vez, la cátedra y la anécdota, muchas veces en una fascinante primera persona. Es decir, teníamos enfrente a un testigo del devenir del teatro mexicano e iberoamericano, tenía correspondencia y amistad con varios de los dramaturgos citados y había observado un sinfín de puestas en escena que describía con detalle y pasión. No tengo que aclarar que, además, parte de las obras que analizábamos en clase se encontraban en antologías elaboradas por él mismo. Aparte de todo esto, nos impactaba su pulcritud, su porte y el meticuloso manejo de unos anteojos plegables.

También mi generación se vio directamente beneficiada de su labor como promotor del Teatro de la Nación, donde se encargó de reservar un espacio teatral de la ciudad de México para que los alumnos de la carrera de Literatura Dramática y Teatro tuvieran una ventana de expresión y experimentación. Sin embargo, unos años después, dejó sus cursos de licenciatura para dedicarse de lleno a sus seminarios en el posgrado en Letras Mexicanas. En 1984, tuvo la generosidad de pasar la estafeta de sus cursos (y con ello una enorme responsabilidad) a un recién egresado, a quien hacía poco había evaluado en su examen de licenciatura, gesto que hasta hoy le agradezco. Finalmente, nos volvimos a encontrar como parte de un grupo de investigación teatral de la Facultad.

En el número de marzo de 1986 de nuestra añorada revista Escénica, Josefina Brun, incansable promotora de esta publicación, presentó una completísima semblanza de Carlos Solórzano con motivo de su reciente y merecido nombramiento como Maestro Emérito de la Facultad de Filosofía  y Letras de la UNAM. Al hacer una revisión de estas páginas nos sorprende la prolífica vida teatral de Solórzano.

Carlos Solórzano se destacó como dramaturgo, promotor del teatro universitario, crítico teatral, profesor universitario, investigador del teatro latinoamericano, promotor del Teatro de la Nación, responsable de la sección del teatro latinoamericano de la Enciclopedia Mundial del Teatro Contemporáneo e impulsor de grupos de investigación, como el Seminario de Investigación para las Artes Escénicas. Cada una de estas actividades estuvo siempre marcada por la integridad, la ética y la disciplina. Es por todo lo anterior que nuestra comunidad debe reconocer y recordar no sólo su trayectoria teatral, sino también su vital impulso y pasión por la investigación teatral, actividad que él comenzó a desarrollar en momentos en los que todavía no se había contemplado al teatro como objeto de estudio epistemológico.

Todavía en 2007 convivió con nosotros en un Seminario para la elaboración de la Antología Didáctica del Teatro Iberoamericano (en prensa). Los que tuvimos el privilegio de asistir a este seminario no podremos olvidar su entusiasmo y erudición para dialogar con colegas y jóvenes alumnos del Colegio de Literatura Dramática y Teatro.

No termino sin antes mencionar que si por algo se destacó el nombre del Colegio de Literatura Dramática y Teatro en los ámbitos académicos internacionales fue justamente por la presencia de Carlos Solórzano.

Las reflexiones, inquietudes y amplio conocimiento del teatro latinoamericano y mexicano que Carlos Solórzano tenía, le permitieron  encontrar caminos seguros, vías cruciales que lo condujeron a la fascinación por la investigación y al complejo mundo de la creación teatral. Hoy se ha cerrado un telón, pero se activa nuestro recuerdo con gratitud hacia uno de nuestros más sólidos maestros.